“Pueblo plano y hortola, sencillamente, con el maravilloso regalo de un esguince frondoso de marjal y un brazo de mar… Bellreguard es solo y sencillamente un pueblo de plan de la huerta. Pero si hay un pueblo saforenc que resulto rápido e ineludible de descubrir de de cualquier cumbre o puntual de las montañas que rodean la comarca, con su claro y erigido campanario, elevado en medio de la paradigma fronda de la llanura de huerta de naranjos, abierta al ancho abanico del mar, y desde la cual mejor se aprecie con equidistancia toda la redondez y grandiosidad del arco de roca viva que en arrecera….este es Bellreguard.”
Joan Pellicer i Bataller
Bellreguard, verde mirada.
Resulta complejo datar los orígenes de Bellreguard con exactitud, dado que no se han encontrado restos arqueológicos de población prehistórica, y además, desgraciadamente, un incendio quemó los archivos de la población.
Bellreguard apenes es mencionada a los documentos y crónicas del Rey En Jaime I a los archivos del Reino. No consta en el Libro de Reparto, ni tampoco se ha encontrado su Carta Puebla.
Así pues, tal como demuestra la necrópolis morisca encuentro en 1984, Bellreguard es de origen islámico, el nombre de la población en esa época era Sotaia. Fueron los árabes quienes colonizaron el plan mediante l´establecimiento d´alquerías y cobertizos.
L´alquería de Sotaia se localizaba en l´en torno a l´actual plaza de l´iglesia. La revolución del azúcar (1420-1465) consolidaría a su alrededor un pueblo de mes de 60 casas.
El 1486, en el siglo XV, Bellreguard fue adquirida por el Duque de Gandia Pere Lluís de Borja. Es en esta escritura cuando aparece por primera vez el nombre de Bellreguard sustituyendo el de Sotaia.
intervino como procurador del Duque de Gandia, el escritor y maestro en teología Joan Roís de Corella.
El primer templo de Bellreguard lo construyeron los duques de Gandia como parroquia de moriscos en 1534 bajo la advocación de San Miquel Arcàngel, el patrón del pueblo. Eclesiásticamente hablando, Bellreguard era una vicaría de moriscos dependiente de la de Santa Maria de Gandia. Se independizó definitivamente de la de Gandia en 1574, bajo el pontificado de San Juan de Ribera. La iglesia fue derruida durante la Guerra Civil española y reconstruida posteriormente con donaciones de los feligreses.
La población, fundamentalmente morisca, se vio muy afectada con motivo de su expulsión en 1609. En aquel momento Bellreguard contaba con 165 familias que hacían un total de 825 habitantes. Después d´este hecho solo se quedaron cuatro familias de cristianos, y dejaron las casas vacías y los campos abandonados. Llegaron entonces nuevos repobladores desde Cataluña y Mallorca, sin embargo, se necesitaron 50 años para recuperar el 30% de la población.
Del 1665 al 1700 se vivió una importante etapa de crecimiento gracies en un tiempo de bonanza agrícola en la que la población llega hasta 330 habitantes. A partir d´esta fecha se harían en el pueblo algunos de los lugares más emblemáticos: la Plaza de l´Iglesia, la Calle Mayor o el de San Vicent entre d´otras. Más tarde con una crecida notable de la población tendría lugar la configuración de la trama urbana entre el núcleo antiguo y el camino real de Gandia a Oliva.
Durante el siglo XIX las familias se concentraban ya en el casco urbano. L´año 1900 empezaron a pavimentarse las aceras de todas las calles con empedrados artesanales de cantos rodados de río. Data también d´este mismo año la construcción del Trinquete de Pelota. A partir d´aquí y gracias a los bellreguardins de las décadas del 1980 y 1990 s´conseguirían múltiples avances en el campo de l´urbanismo, de las infraestructuras viaries, sociales, sanitarias, educativas, deportivas y culturales.
En el periodo comprendido entre el 1900 y el 1920 a causa de la saturación de mi d´obra, las crisis demográficas, las cóleras y la gripe se redujo la población.
L´exportación de la naranja en la década de los veinte fue la responsable d´impulsarla de nuevo hasta llegar casi a los 3000 habitantes el 1940, desagrado de los muertos y los exiliados a causa de la Guerra Civil y la represión franquista.
Por esta época la playa ya s´llenaba d´veraneantes que plantaban sus barracas de madera y al lado hicieron también aparición los primeros chalés dd’alcoyanos.
Desde entonces hasta hoy la población ha ido creciendo progresivamente, hasta conseguir los 4736 habitantes en 2009.
El cultivo de la caña de azúcar durante los siglos XVI y XVII, y el de la mora y la viña en los dos siglos sucesivos, conformaron la base de su economía, posteriormente pasaría a ser el cultivo de la naranja la principal fuente de riqueza.
La terciarització progresiva de l´economía comarcal durante las décadas del 1970-80, la industrialización y la crisis de precios de la cosecha están contribuyendo a que se relegue l´actividad agrícola a un plano secundario. En l´actualidad estamos ante una situación creciente de la pequeña industria y del sector servicios gracias a los beneficios que reporta el turismo.