- La iniciativa supone la señalización de 7 itinerarios desde diferentes puntos del pueblo hasta el colegio, y tiene también como objetivos reducir el tráfico rodado y propiciar la movilidad sostenible y la autonomía personal
Bellreguard pone en marcha una experiencia pionera encaminada, principalmente, a mejorar la seguridad del alumnado del colegio público Gregori Mayans i Ciscar, pero también a rebajar los niveles de tráfico rodado -especialmente en el entorno de la escuela- y así contribuir al mismo tiempo a la sostenibilidad. Se trata de una Red de Caminos Escolares Seguros que unen diferentes puntos de la población con el colegio.
Son un total de 7 los itinerarios diseñados y que serán señalizados, con los siguientes puntos de salida: plaza del Tirant, plaza de Espanya, plaza 9 d’Octubre, plaza de Bazzano, el parque de la calle Ausiàs March, la Ronda dels Esports y la plaza del País Valencià.
El proyecto pretende promocionar la existencia de varias rutas escolares seguras y crear en la comunidad educativa (padres, madres, profesores y alumnos) actitudes y motivaciones positivas hacia la movilidad infantil sostenible que finalmente se traduzcan en un cambio efectivo de hábitos de movilidad, según explica el impulsor y autor del proyecto, el agente Manu Pérez, de la Policía Local de Bellreguard.
“Es un proyecto muy chulo que encaja a la perfección dentro de la estrategia del área de Gestión Sostenible del Municipio, que tiene como objetivo hacer de Bellreguard un pueblo cada día más amable y que vaya combatiendo la cultura del coche, apostando por una movilidad de cero emisiones y saludable “, explica el alcalde, Àlex Ruiz.
Estos caminos escolares seguros son vías de circulación preferente, elegidas entre los recorridos más utilizados por los alumnos. “Con ello se favorece que el alumnado pueda ir a la escuela a pie y que lo haga de manera segura”, resalta la concejala de Educación, Marta Avargues. Además, según indica la memoria del proyecto, “en este transporte escolar a pie, monitores y / o padres y madres voluntarios realizan el recorrido como si fueran un autobús andante, recogiendo a los escolares de camino y acompañándolos en el centro, o bien sirven de ayuda al alumnado no acompañado para poder hacer una ruta más segura “.
Para el concejal de Infancia, Adolescencia y Juventud, Juanjo Giner, esta es, “además de segura y no contaminante, una iniciativa saludable para la población más joven”. Y también “propicia la autonomía personal de los más pequeños, mitigando los miedos y resistencias de las familias a que realicen el trayecto escolar no acompañados”.
El proyecto ha sido también bien recibido desde la misma comunidad educativa. La directora del CEIP Gregorio Mayans y Ciscar, Esther Garcia, destaca “el beneficio de reducir el tráfico en todo el entorno de la escuela y rebajar también, por tanto, las emisiones contaminantes de los vehículos”. Desde ese punto de vista, añade, “contribuye también al desarrollo sostenible, que es una cuestión que en la escuela estamos trabajando desde hace años.